Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania
sábado, 4 de junio de 2016
Cenáculo.
Nuestra Señora habla después de la Santa Misa Sacrificial Tridentina según Pío V. a través de su voluntaria, obediente y humilde instrumento e hija Ana.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Hoy, 4 de junio de 2016, hemos celebrado el Cenáculo. Hoy el altar de María estaba especialmente adornado con muchas flores. El altar del sacrificio estaba bañado en una resplandeciente luz dorada, al igual que el altar de María. Los ángeles entraban y salían.
Nuestra Señora hablará hoy: Yo, vuestra Madre Celestial, hablo ahora y en este momento, a través de Mi dispuesta, obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está enteramente en Mi Voluntad, repitiendo hoy sólo las palabras que vienen de Mí.
Mis amados hijos de María, Mi amado pequeño rebaño, Mis amados seguidores y también peregrinos de cerca y de lejos. Hoy habéis entrado en el Cenáculo y habéis recibido Mi mensaje. Yo, vuestra Madre Celestial, os conduzco a mi refugio seguro, pues es necesario que visitéis este lugar. Ha llegado el momento, Mis amados hijos, porque el Padre Celestial en la Trinidad tendrá que intervenir muy pronto.
Por eso vuestra Madre Celestial está muy preocupada por vosotros. Quiere protegeros en todas las situaciones. Rezad mucho y perseverad. Manteneos unidos y amad al Padre Celestial en todo momento. A menudo no lo sientes cuando el Padre Celestial te guía. Hay cosas que deseas de forma distinta a como el Padre Celestial las ha imaginado. Él corrige tus errores.
Sé que tú, hijita Mía, estás completamente acabada, sí, a punto de desfallecer. Y, sin embargo, el Padre Celestial exige lo máximo de ti. Debes perseverar, incluso en esta última fase. Aunque pienses que todo se derrumba sobre ti, aún tendrás que experimentar una fuerza especial en el último tiempo.
Tu Madre Celestial aún tendrá mucho que decirte. Pero tú, hijita mía, necesitas descansar ahora. Querrás escribir estos mensajes, pero no hoy. Tu madre conoce tus poderes. Debes organizarlo todo por ti misma.
Te quiero y quiero agradecerte que siempre estés dispuesta a dar al Padre Celestial la alegría de recibir Sus palabras, o mejor dicho, hoy, Mis palabras.
Aunque creas que estás tirado en el suelo. Cumplirás lo que el Padre Celestial te pida, y no más, pero tampoco menos. En esta fase eres especialmente amado porque el Padre Celestial mira tu impotencia. Entonces Él puede completar Su efecto en ti. Sé valiente y avanza con coraje. Todo el cielo te ama y también a ti.
Te bendigo en la Trinidad con todos los ángeles y santos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Sé valiente y valeroso. Se os ama. Amén.
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